Un joven vio a su maestra de escuela primaria en una ceremonia de boda.
¡¡Fue a saludarlo con todo respeto y admiración!!
Él le dijo:
"*¿Todavía puede reconocerme, señor?"*
'¡¡No lo creo!!', dijo el Maestro, ' *¿podrías por favor recordarme cómo nos conocimos?'*
El estudiante relató:
“Fui su estudiante en tercer grado, robé un reloj de pulsera que pertenecía a mi entonces compañero de clase porque era único y fascinante.
Mi compañero de clase vino a ti llorando porque le habían robado su reloj de pulsera y ordenaste a todos los estudiantes de la clase que se pararan en línea recta, mirando a la pared con las manos en alto y los ojos cerrados para poder revisar nuestros bolsillos.
En ese momento, me puse nervioso y aterrorizado por el resultado de la búsqueda. La vergüenza que enfrentaré después de que otros Estudiantes descubrieran que robé el Reloj, las opiniones que mis Maestros se formarán sobre mí, la idea de ser llamado "ladrón" hasta que deje la Escuela y la reacción de mis Padres cuando sepan de mi acción.
Todos estos pensamientos fluyeron por mi corazón, cuando de repente llegó mi turno de ser controlado.
Sentí tu mano deslizarse en mi bolsillo, saqué el reloj y metí una nota en mi bolsillo. La nota decía “*deja de robar. Dios y el hombre lo odian. Robar te avergonzará ante Dios y los hombres.
Me invadió el miedo, esperando que se anunciara lo peor. Me sorprendió no escuchar nada, pero señor, usted continuó buscando en los bolsillos de otros estudiantes hasta llegar a la última persona.
Cuando terminó la búsqueda, nos pediste que abriéramos los ojos y nos sentáramos en nuestras Sillas. Tenía miedo de sentarme porque pensaba que me llamarías poco después de que todos estuvieran sentados.
Pero, para mi sorpresa, mostraste el reloj a la clase, se lo diste al dueño y nunca mencionaste el nombre de quien robó el reloj.
No me dijiste una palabra y nunca le mencionaste la historia a nadie. Durante toda mi estancia en el colegio, ningún Profesor o Alumno supo lo sucedido.
Hora de publicación: 26-nov-2021